Desde el siglo XIII hasta el XV Brujas fue el enlace comercial entre las ciudades hanseáticas del norte de Europa, Inglaterra y Alemania con las principales plazas comerciales de Francia, España e Italia. Los comerciantes españoles se establecieron en el canal y la calle de los españoles (Spaanse Loskaai y Spanjaardstraat), los “orientales”, en la Oosterlingenplein. Lugares donde aún se puede percibir la atmosfera de entonces.